Uno de los síntomas más comunes de la FPI es la tos frecuente que aparentemente no cesa. La tos relacionada con la FPI es seca (no produce flemas) y suele provocar frustración a los pacientes. Los pacientes pueden desarrollar tos mucho antes de detectar cualquier otro síntoma1.
– Paciente con FPI
A medida que progresa la FPI, la tos se vuelve más molesta e irritante para los pacientes. La tos en los pacientes con FPI se suele tratar con medicamentos que ayudan a calmar la garganta y a frenar la necesidad de toser1.
Controlar tu tos es el objetivo de tu equipo médico. Evaluarán tus síntomas y te ofrecerán tratamientos apropiados para controlar de forma efectiva tu tos1. También puedes calmar tu tos haciendo pequeñas modificaciones en tu estilo de vida.
Muchas personas con FPI tienen otras enfermedades que pueden afectar a la tos, como1:
Para controlar la tos, el equipo médico encargado de tu seguimiento intentará tratar todas las enfermedades que afecten a la tos.
Los ejercicios de respiración pueden ayudarte a lidiar con la falta de aire y a mejorar el control de tu respiración.
Dejar de fumar es una de las cosas más importantes que puedes hacer cuando convives con la FPI.
– Paciente con FPI, Francia
Referencias
OFV.0561.062019